Estuve buscando mis moldes de letras para hacer los carteles de bienvenida para el regreso a clases, pensé que estarían en algún rincón de mi casa pero no los encontré y finalmente recordé por qué, el año pasado, cuando me poseyó el fantasma de la limpieza durante la cuarentena, eliminé todo material en mal estado y que ya había usado muchas, muuuchas veces con la intención de ir renovando y pues, mis moldes estaban tan viejitos y llenos de rayas de colores, con los bordes muy desgastados por las tantas veces que los usé, sin contar que perdí varias letras de cada juego y debía ingeniármelas para hacer las faltantes. Definitivamente les saqué jugo y ya merecían descansar... en paz.